Zarpa Quebrada necesitaba algo de aire libre... Alejarse del murmullo del campamento, ahora que habían terminado con sus deberes del día y compartían lenguas después de comer ella se sentía algo sola y rechazada, además con su buen oído podía discernir que muchas de las conversaciones eran sobre ella, no precisamente buenas, al menos no todas. Se sentía sofocada, necesitaba un tiempo a solas, alejarse. La aprendiza se escabulló por la pila de de las necesidades cuando nadie la veía y salió trotando con cautela, asegurándose que nadie la seguía, luego apurando el paso, corriendo.

El viento otoñal le pegaba en la cara, y las hojas crujían bajo sus patas, a veces hasta salían volando por la velocidad con la que pasaba a su lado. Se sentía libre por un momento, ella había decidido quedarse en los clanes, no sabía a dónde más ir o como vivir sola, y le debía muchísimo al Clan del Trueno, que la había acogido y curado, entrenado y enseñado todo lo que sabe, pero a veces era demasiado para cargar ella sola, no tenía camaradas o amigos, no tenía familia, a diferencia del resto del Clan. Aún así compartía cierta cercanía con algunos gatos, como su mentora y Estrella Rota, Pluma de Miel y Diente de Campañol... Pero no era igual, no podía contar con ellos para muchas cosas, y estos tenían sus propias vidas y ocupaciones en el Clan, no solían tener tiempo para ella.

Estaba poniéndose el Sol, pero poco le importaba a la joven gata mitad y mitad, ya casi cumplía doce lunas, así que nadie le reprocharía si llegara un poco tarde al campamento, ya no era una cachorra, aún así prefería volver de manera desapercibida, pero de eso se preocuparía más tarde ... Podía cazar algo y así nadie podría decirle nada. Al caer en cuenta ya estaba cerca de los cuatro árboles, donde terminaba el territorio del Clan. Ya que estaba cerca de la frontera tal vez renovaría algunas marcas. De pronto, captó un rastro de olor que le resultaba algo familiar, que había olido antes pero no recordaba exactamente a quien pertenecía... Aunque ahora que lo pensaba mejor, no era de ningún Clan... Podría ser aquel solitario joven que habían encontrado antes ella y Estrella Rota? No podía ser que tuviera las agallas de aún rondar por el territorio.... Después de la última vez... O si? Aguzó el oído y se puso alerta,no con hostilidad pero si con precaución, comenzó a seguir el rastro, en búsqueda de su dueño.