Luego de su revision con Zarpa de Menta, quien muy habilmente curo sus heridas producidas por el bagre, Pantanoso se dirigia a la guarida de Estrella de Serpiente con la pata vendada y sin un rengueo de por medio. Anteriormente, mientras curaban su herida, un guerrero se acerco timido a la guarida de las curanderas buscando al lugarteniente para avisarle que el lider lo llamaba en su guarida. Simplemente asintio con su cabeza y con un latigazo de su cola el guerrero joven salio pavorido de la vision del lugarteniente.
Ahora, se preguntaba para qué lo necesitaba Estrella de Serpiente en su guarida ¿Quizas para las patrullas del dia de mañana? De eso ya se encargaba él todos los dias.

Cruzo el campamento a paso rapido, sus patas largas cruzaban el campamento con rapidez, como una sombra silenciosa se movia por el mismo. Algunos rayos de luz anaranjados decoraban su pelaje oscuro, no tardaba mucho para que ese atardecer se volviera en un anochecer. En silencio se colo en la guarida del lider con la confianza no solo de ser familiares, sino del gran lazo que los unia de la confianza de lider y lugarteniente, se quedo en silencio por unos segundos, escondido en la oscuridad de la guarida.
Su primo aun no lo habia visto, y él, sadicamente, disfrutaba cuando podia pasar de ser percibido por los demas. Analisandolos con la mirada y en silencio.

— Chapoteo de Sapo me dijo que me necesitabas en tu guarida —. Menciono roncamente, saliendo de las sombras de la esquina, — ¿Que sucede? —.

Menciono el Fantasma, acercandose lentamente hacia el lider, por mas amenazante que parezca, Pantanoso jamas dañaria al gato que tenia en frente.

Acicalando su pelaje, se encontraba sentado sobre su lecho un tanto nervioso, había bastantes cosas pasando por su mente y algunas resultaban urgentes de discutir con Pantanoso, necesitaba la opinión de su familiar más cercano, y aún más importante: la opinión de su segunda mano. Contemplaba con profundidad las palabras que le diría mientras esperaba atento a cualquier ruido que le hiciera saber qué tan pronto acudiría su primo al llamado, tratando de arreglar su apariencia en un intento fallido por tranquilizar su mente había ocasiones en las que intentaba rascarse con su pata herida sólo para que la misma le recordara la permanencia del suceso otorgándole una pizca de dolor cuando extendía el músculo.
Se había dado media vuelta, ahora viendo la entrada de su guarida, pegando un susto minúsculo que le había erizado el pelaje por unos segundos: el lugarteniente ya estaba aquí. Estrella de Serpiente no lograba acostumbrarse al silencio del contrario, pero en ese momento deseaba con todo y bigotes no haberlo hecho esperar demasiado.

Una sonrisa apareció en su cara antes de hablar, retomando aquel tono tranquilo con el que solía hablar;
–¡Pantanoso! Espero no haberme dado la vuelta demasiado tarde, hay ciertos… temas que me gustarían discutir contigo.– Maulló haciendo su mejor esfuerzo por mantener la formalidad, pero cuando el contrario se acercó más, le invadió un sentimiento de tensión que pronto adoptó como suyo convirtiéndolo en uno de preocupación por su primo, pausando su charla inicial. –¿Te encuentras bien? Has estado más silencioso, más de lo usual hasta para ti. No has querido hacer que los aprendices coman aves desde, bueno, tú sabes, desde la última lluvia.– Sus palabras caían conforme terminaba la oración, un cambio repentino de tema seguramente haría que Pantanoso evadiera la pregunta pero no podía evitar preocuparse por alguien tan cercano a él.

Una de las cejas del lugarteniente se levanto cuando vio la reaccion del lider a su aparicion, creia que para este tiempo ya se habria acostumbrado a su sigilo. Al parecer no.
Mientras Estrella de Serpiente permanecia sentado hablado, Pantanoso se mantenia parado, ladiendo la cola de lado a lado, escuchando las noticias.
Sus ojos azulados seguian en todo momento los movimientos de su primo, clavados en su piel como una garrapata, evito a toda costa la pregunta acerca de su salud.

— ¿Que necesitas discutir? —. Dijo rapidamente, ronco y pesado.

Iba directo al grano, haciendo orejas sordas sobre la pregunta de su primo y los comentarios de los aprendices. Oh si, ahora no comerian pajaros pero si se enteraba que uno de ellos habia comido en una patrulla antes que el resto, ese gato iba a tragarse hasta los huesos completos de lo que sea que Pantanoso le de para comerse hasta atragantarse.

Moviendo una de sus orejas ante el desvío de tema de Pantanoso, siempre parecía ser un enigma hacer que hablara de su bienestar, tan difícil como nadar contracorriente, repuso que era mejor hacerle saber la razón de su llamado, aunque una parte de él también lo había solicitado para ver si su mejor guerrero no estaba haciendo patrullas solitarias extra como era de costumbre.
Se acomodó en su lecho adornado, haciendo una pequeña señal con la cola al contrario para sentarse, aún si eso no hacía ninguna diferencia en la altura.

–¿Crees que sería prudente reclamar las Rocas Soleadas?.– Empezó, divagando en su pensamiento. –Estrella Rota estaba bastante enojado la última vez que lo ví, tendrá ese cerebro de pescado en otro lado, protegiendo su orgullo. Nosotros podríamos tener lo que nos pertenece.– Mientras más contemplaba aquella posibilidad, su rostro reflejaba el gusto que sentía.
Claro, el Clan del Río había sufrido más bajas que sus vecinos no tan amigables, y una pelea en los días más fríos donde las presas escasean quizá no sería la mejor de las estrategias… Pero tener las Rocas Soleadas les ayudaría a mantener el frío a raya, incluso ofrecerles presas si la suerte estaba a su favor. Aquel bien mayor que tanto perseguía el tricolor finalmente hacía una oferta ante sus zarpas: con el Trueno resolviendo sus propios asuntos ¿Qué tan malo era anhelar lo que siempre le perteneció al Río?

Los ojos de Pantanoso no revelaban ninguna emoción en particular y Estrella de Serpiente sólo podía asumir que estaba contemplando la pregunta tanto como él lo hacía, el Fantasma del Río tenía una marcada ventaja en los conocimientos de batalla a diferencia de él, era un alivio tener a su primo de lugarteniente, una segunda mano poderosa que seguramente estaría pensando en estrategias victoriosas. Así, añadió algo más a su razonamiento:
–Si las recuperamos no tendríamos tanta necesidad de acercarnos a las partes más peligrosas del río… Aún no me has dicho qué le pasó a Fronda, pero era una gata leal, no sería incorrecto asumir que quería ayudar con la caza en esta estación como muchos otros.–

Sus ojos siguieron el cuerpo rengo de Estrella de Serpiente, quien se acostaba en su lecho adornado de objetos que encontraban en el rio, piedras preciosas, ostras de rio, y todo tipo de accesorios. Muy diferente del suyo de musgo simple, incluso a veces tenia pedazos de ramas viejas, simple y pelado.
La pregunta de su primo le hizo mantener el silencio y la sorpresa por largos segundos, realmente no esperaba que este le este preguntando de la posibilidad de recuperar las Rocas Soleadas, o robarselas al Clan del Trueno.
Escucho las razones del lider, concordando en cada una de ellas.

— Pareceria que el Clan del Trueno esta teniendo algun tipo de problema interno en su clan —. Menciono, caminando hacia el lider para estar mas cerca, — Sabemos que su anterior lugarteniente murio, y ahora Ronroneo Raudo tomo el puesto, pero no la veo lo suficiente preparada —.

Su primer encuentro con la nueva lugarteniente del Clan del Trueno habia salido como esperado, siendo casi el mayor de los cuatro lugartenientes, y con un historial belico conocido en los demas clanes, era sabido que el lugarteniente del Clan del Rio iba a darse cuenta que algo estaba ocurriendo en el otro clan, podia oler casi que las habilidades ajenas.
Aun asi, su mente se puso a trabajar de una forma tactica, sabiendo que mientras ellos tenian una ventaja en tamaño y fuerza por sobre sus vecinos, muchos de sus guerreros tenian una grasa gruesa de comer tanto pescado.

— Somos mas grandes en tamaño, pero ellos tendran una ventaja numerica en su territorio —. Analizo, mirando la entrada de la guarida, escuchando a lo lejos el caudal del rio, — Si queremos atacar, debemos darles un ataque sorpresa, saltar desde abajo del agua y hundirlos a todos en los caudales del rio. Podemos esperar a que el rio crezca mas y se vuelva mas turbulento, podemos nadar en aguas semirapidas sin problemas —.

De pronto, la mencion de Fronda lo dejo levemente paralizado. Entre su propia mencion de las aguas rapidas y la mencion de Estrella de Serpiente sobre Fronda, el pelaje de su cola se erizo levemente mientras él intentaba mantener la compostura. Sus musculos flexionandose con fuerza.

— Fronda cayo por la cascada intentando pescar una gran presa, fue mi culpa por no detenerla a tiempo —. Aclaro, con cierto enojo, no hacia su primo, sino hacia él, — Ni con mi fuerza fui capaz de salvarla. Quizas no estoy hecho para salvar vidas, sino para quitarlas —.

Suspiro con fuerza, porque por mas intentos que tenga de salvar a alguien, de alguna forma terminaba muriendo. Pero para quitar vidas parecia tener una facilidad de un tejon. Quizas ese era su maldicion puesta por el Clan Estelar, un guerrero fuerte y fiero, con la fuerza de un tejon y el sigilo de un fantasma, una bestia para la guerra. Pero a pesar de todo, incapaz de salvar a su clan, a sus compañeros o seres queridos.

Al escuchar la razón de la muerte de Fronda después de esperar por una explicación, alzó las orejas intrigado ante las palabras de Pantanoso. Era cierto que tenía una experiencia inigualable cuando se trata de técnicas de batalla, tenía más de un método para arrasar con sus obstáculos y su disposición a la pelea era de admirar; sin embargo, a los ojos de Estrella de Serpiente aquel gato no le vendría mal tener algo de empatía o tacto en su vida.

–Eres el guerrero más leal al Clan del Río, prefiero pensar que mientras más enemigos quitas del camino también estás salvando a más compañeros de clan.– Aseguró con una pequeña sonrisa, incierto de la reacción del contrario ante sus palabras decidió rápidamente volver a la razón de porqué había llamado al guerrero a su guarida.

–Volviendo a las tácticas, el río es nuestra ventaja pero si esperamos que sea más turbulento entonces necesitaremos asegurarnos que nuestros guerreros sean capaces de cruzarlo si las rocas dejan de ser un camino viable, más entrenamiento en el agua resolvería eso. ¡Les enseñaremos de qué está hecho el Clan del Río!– Afirmó con orgullo mientras un pensamiento en particular cruzaba su mente, volviendo en sí, se acomodó en su lecho para mirar su vieja herida en la pata trasera soltando un suspiro de frustración y cansancio mientras pensaba una solución, su clan era fuerte pero Estrella de Serpiente no era un líder que mandaría a los suyos a pelear sin que él moviera un bigote. –Necesitaré ayuda para cruzar si queremos usar las aguas a nuestro favor, o tendré que volverme experto en balancearme sobre rocas resbaladizas.– Bromeó moviendo los bigotes un tanto risueño.

Como orejas sordas, las tiro hacia atras para evitar escuchar las palabras de aliento del lider. No es que no las necesitaba, sino que no las merecia. Un monstruo como él no merecia el cariño ni el aliento de sus seres queridos, o al menos él no se permitia sentir la calidez en sus palabras. No solo porque no lo merecia, sino tambien porque no sabia como reaccionar a estas.
Cuando Estrella de Serpiente cambio de tema, este se vio mas liviano, incocientemente habia flexionado sus musculos al punto de que su herida habia vuelto a molestar y sangrar levemente.

— Tendremos que esperar a la estacion de la hoja verde, ahora mismo casi todas las zonas del rio estan congeladas —.

Señalo, debido a esto, los guerreros debian pescar en la zona mas alta del rio, cerca de la cascada que tantos malos recuerdos le daba a Pantanoso. Pero él no tenia tiempo para helarse por los malos recuerdos. A pesar de todo, podrian entrenar bajo los ojos avisores del lugarteniente en la base del rio, donde la cascada ya no era tan peligrosa.

— El caudal del rio aumentara en la hoja verde por el deshielo, ese es nuestro momento. Por ahora, los guerreros y aprendices podran entrenar bajo mi ojo en la caida de la cascada, donde el agua es turbulenta —.

Aprendices, realmente no se habia puesto a pensar si Estrella de Serpiente iba a mandar aprendices, pero sin duda estos podrian hacer una diferencia. Ademas que iba a demostrar quienes estaban preparados para una batalla y quienes no. El nombre de Zarpa del Bosque se le quedo en la cabeza en lo ultimo, por mas que a él le encantaria llevarla para que acepte la realidad, estaba mas que claro que la aprendiza terminaria muriendo.
En cuanto al lider, la sugerencia le saco una sonrisa sarcastica al frivolo lugarteniente. Él se podria poner al omoplato el entrenamiento del lider.

— Entrena conmigo dos lunas y aprenderas a nadar de nuevo —. Aclaro con gracia, — Pero no tendre piedad contigo —.