Una gélida brisa azota su hocico. Su blanquecino pelaje se alborota en todas las direcciones a causa del viento. Sus ojos recorren con avidez la planicie que se extiende ante ella. Una pequeña y fina capa de nieve hace acto de presencia en mitad del campamento. Parece que la llegada de la estación sin hojas es inminente. Deben apresurarse a conseguir la mayor cantidad de presas que puedan. Abastecerse con la mayor cantidad de comida es la prioridad del Clan del Trueno en estos momentos. Reforzar las defensas del campamento también es una prioridad. Quién sabe si algún carroñero está dispuesto a atacarles en medio de su hogar para conseguir algún jugoso bocado.

Se despereza con placidez, estirando sus patas traseras una a una y dándose unos rápidos lametones en el pecho. Luego avanza hasta quedar en mitad del campamento. Un poderoso maullido escapa de entre sus dientes, llamando la atención de sus compañeros. El sol aún no comienza a aparecer detrás de la copa de los árboles.

—Pluma de Águila, te dejo al mando para reforzar las defensas del campamento —empieza a decir con autoridad, mirando a los gatos que la rodean. —Cola Rayada, Corazón Verde y Bruma Rosada te ayudarán. Encárgate de que el muro de espinos sea lo suficientemente grueso y robusto para aguantar el ataque de un tejón —mira con determinación a los susodichos, haciéndoles un gesto con la cola para que comiencen a hacer lo que les ha ordenado.

Los nombrados se dan la vuelta y se acercan al muro de espinos. Pluma de Águila comienza a dar órdenes mientras el resto se dispersa en busca de los materiales pertinentes. Ronroneo Raudo se toma un momento para observar al grupo trabajar antes de volverse hacia los otros gatos.

—Colmillo Amarillo, Rama Caída y Ébano formarán una partida de caza. Intentad atrapar todas las presas que podáis. La estación sin hojas ya hace acto de presencia en el bosque —echa una ojeada a su alrededor. Un gesto para que todas sepan la importancia de dicha tarea. —Zarpa Marrón y Olivina irán con vosotros. Que el Clan Estelar ilumine vuestro camino y consigáis bastante presas para el clan —termina, deseando lo mejor para que la partida de caza tenga éxito.

Una vez los susodichos se han ido, Ronroneo Raudo termina de dar las pertinentes órdenes a los gatos que quedan. No tarda mucho para que se quede junto a tres gatos más. Clava su mirada en los gatos que están a su lado.

—Ceferina, Vuelo de Gorrión y Hoja de Sauce —se toma su tiempo para mirar a los nombrados con tranquilidad, uno por uno. —Nosotros iremos hacia el pinar. Al parecer, la patrulla del anochecer ha detectado el olor de un zorro pululando por esa zona. También se han detectado huellas de zorro a lo largo de la frontera con los Dos Patas —explica, recordando el reporte de los gatos que salieron durante la noche. —Debemos detectar la guarida del zorro y expulsarlo de nuestro territorio. Sería una catástrofe si consiguiese colarse en el campamento y matase a alguno de nuestros miembros —maúlla, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal. —¡En marcha! —Exclama, alzando la cola y encabezando la comitiva hacia el pinar.

Marca el paso sin vacilación alguna. Hace una señal con las orejas a los gatos que montan guardia fuera del campamento. Estos se desperezan y se internan dentro del mismo. Lo único que pasa por la mente de esos guerreros es enroscarse en su lecho y dormir lánguidamente. La hembra avanza hacia el interior del bosque, notando la fría nieve que se extiende por sus dedos. Puede oler más nieve en el aire. Pronto volvería a nevar y eso les dificultaría seguir el rastro del depredador rojizo.

Echa una rápida ojeada a su espalda. Comprueba el estado de ánimo de los gatos que ha seleccionado para la tarea. Hoja de Sauce parece bastante nerviosa por la presencia del zorro y Vuelo de Gorrión tiene el pelaje del cuello totalmente erizado. Pese a los visibles nervios de ambos guerreros, ella sabe que puede contar con ellos en caso de que las cosas se pongan feas.

Sus pensamientos se cortan cuando la cuarta integrante del grupo, Ceferina, se le acerca. Ronroneo Raudo escucha con atención las palabras de la gata, sintiéndose reconfortada por la férrea voluntad de la guerrera. Ha hecho bien trayéndola con ellos. Su experiencia y sabiduría serían cruciales para manejar la situación en caso de que a ella le pase algo.

—Entiendo tu deducción, Ceferina. Pero no deberíamos de menospreciar a los zorros —empieza a explicar la gata, lanzando una mirada de soslayo a la susodicha. —Estrella Rota y yo hemos debatido largo y tendido acerca del tema. Sabemos que los zorros son depredadores lo suficientemente astutos como para crear sus madrigueras cerca de los Dos Patas y que estos no se enteren de su presencia. Los zorros son capaces de expulsar a mininos caseros y ocupar sus territorios sin que sus amos se den cuenta —explica, memorizando lo que Pluma Tímida, una veterana del clan que anteriormente fue gata doméstica, les había contado a ella y su líder. —Reportes anteriores ya han demostrado de lo que son capaces los zorros. Puede que no sean gatos, pero son igual de inteligentes que nosotros... a veces incluso más —masculla, esta vez mirando a los ojos a la guerrera anaranjada.

Hace una señal con la cola para que todos se detengan. El pinar se alza a cinco colas de gato de distancia. Antes de internarse, Ronroneo Raudo empieza a olfatear los alrededores. El espacio entre los arboles es bastante amplio. Podría ver acercarse a otro depredador a colas de distancia. Pero quiere mantener al grupo a salvo. Su nariz no consigue olisquear la presencia del zorro. Lo único que puede oler es a hojas de pino y nieve.

—Escuchad... nuestra prioridad es encontrar al zorro y expulsarlo de nuestro territorio. Debemos ser muy cautos porque podría haber hecho su guarida cerca del cortatroncos o cerca de alguna madriguera de Dos Patas —explica, girándose hacia los otros tres y sentándose sobre la nieve, su cola enroscada en sus patas delanteras. —Ahora es cuando debemos agudizar todos nuestros sentidos. Si nos encuentra el zorro podemos plantarle cara. Si nos encuentran los Dos Patas... estaremos perdidos —advierte, sabiendo las consecuencias que podrían provocar sus movimientos. —Debemos trazar un plan de acción para encontrar nuestro objetivo y minimizar las bajas. Ceferina —llama la atención de la hembra naranja. —Tu sabiduría y conocimiento siempre han sido claves para situaciones así. ¿Tienes alguna aportación para la misión? —Pregunta con intriga pues desea conocer la opinión de la guerrera.

Naturalmente, ella tiene algunos planes trazados en su mente. Estrella Rota y ella han podido diseñar algunos planes para hacer frente a la amenaza que supone la criatura de pelaje rojizo. Pero desea conocer cómo se desenvuelven estos gatos en una situación real. Vuelo de Gorrión, Hoja de Sauce y Ceferina deberían ser capaces de lidiar con una situación así si trabajan en equipo. Después de todo, otro clan podría acabar atacando al Clan del Trueno y causar el caos en el campamento. Deberían ser capaces de trabajar junto a sus compañeros para poder hacer frente a dicha amenaza. Y eso es algo que le gustaría comprobar aquí y ahora.