El guerrero miró con aburrimiento sus garras desenvainadas, rasgo un poco su lecho mientras comenzaba a bostezar un poco. No tenía nada que hacer, y no quería empezar una conversación con algún otro gato. Estaba cansado, algo extraño, pues últimamente no había estado en tanto movimiento. Después de todo, sólo sale del campamento para poder abastecer la pila de presas, e incluso queso es raro por parte de el.

No se sentía enfermo, y no creía estarlo, tal vez es solo por el calor. Nunca se ha entendido a él mismo, generalmente odia la estación de hoja verde, pero tampoco le gusta la estación sin hojas, pues hace bastante frío.

Supone que simplemente no le gusta ni sentir calor ni frío, quizá algo intermedio.

Rodó los ojos, finalmente levantándose. Después de todo, no puede quedarse sin hacer nada, tiene que por lo menos hablar con algún compañero de su clan.

O con su hermano.

Pensar en el prácticamente le dan arcadas, el gato que más desprecia, pero que tiene que fingir querer. Nunca entendió su obsesión por los mininos domésticos, solitarios y en general, por gatos que ni son de alguno de los cuatro clanes.

Si el fuera sido Estrella de Hollín, lo fuera castigado severamente por escaparse del campamento e ir a ver felinos que ni vale la pena pelear contra ellos.

De seguro él, que es muchas veces mejor que su hermano, acabaría con esos mininos domésticos y solitarios sin ningún tipo de esfuerzo.

—¿Donde estará ese cerebro de ratón?— Se pregunta, mientras comienza caminar, saliendo rápidamente de la guarida de los guerreros. Siguió avanzando hasta llegar al centro del campamento.

Su mirada pasó por todos lados, en busca del alto gato negro.

Y finalmente lo pudo visualizar.

Se esforzó un poco para que una sonrisa se plantará en su rostro, seguido de eso comenzó a acercarse al lugarteniente por detrás.

Se detuvo cuando estuvo lo suficientemente cerca, y seguido de eso, dio un pequeño salto para posicionarse al lado de su hermano.

Le dio un empujón juguetón.

—¡Crepúsculo Nocturno! Hola, ¿Como te va, hermanito?— Maúlla con su "típica" alegría.

El felino azabache estaba perdido en sus pensamientos, en una esquina del campamento, mirando a la nada, la punta de su cola se movía inquietamente.

Aunque el clan esta fortaleciéndose cada ves mas, el macho de mirada ámbar sentía una presión en su pecho
Tanto que hacer, idear y llevar a cabo. No se quiere ni imaginar todas sus preocupaciones cuando esten en tiempos difíciles, como en la estación sin hojas o en una guerra

« ¡Por que tuve que aceptar ser la pata derecha de Estrella Rota! ¡Ser lugarteniente me va a dejar sin pelaje! ¿Es muy tarde para arrepentirme ya?» Se quejo inmaduro, bromeando con lo ultimo, se imagino a su madre escuchándolo desde el clan estelar, crepúsculo nocturno puso los ojos en blanco, recordando el ceño fruncido de su madre y su habitual lengua afilada.

No se dio cuenta de su hermano acercándose, y cuando sintió un familiar pelaje empujar al suyo, el lugarteniente se sobresalto, mirando al recién llegado con los ojos muy abiertos

—¿Vuelo Oscuro? —El gato negro parpadeo constantemente, confundido, para luego dar un leve resoplido.

—Me asustaste.

Te pasaste una pata por tu oreja, mostrando un porte mas inexpresivo. —Bastante bien, las presas están corriendo como nunca por nuestro territorio.—Alzaste tu estrecha cabeza, dejando tus pensamientos a un lado y dando una cálida sonrisa.

—¿Y tu?

Evitó simplemente burlarse. Obvio que era el, ¿Quien más?.

Sonríe suavemente ante lo primero, se alegraba de hacerlo. Quizá si fuera sido más sigiloso, fuera tenido una verdadera reacción de miedo. Le alegraría ver a su hermano sufriendo por su culpa, pero no podía decir eso en voz alta, claro que no.

El felino pasó su cola por la cabeza de su hermano, dándole un suave golpe a su nariz.

Se aguantó la necesidad se simplemente maullar: "No te pregunte eso, excremento de ratón"

Si no fuera por su fachada, lo haría, sin importar qué ese gato frente a él sea su hermano y su lugarteniente. Para él, todos están debajo de él, nadie es superior a él. Absolutamente nadie.

— Pues... Bien, aunque me siento algo cansado. No se si deberia preocuparme.— Mira hacia su lado izquierdo, ahora que se daba cuenta, su hermano estaba alejado. No parecía que había hablado con alguien.

La duda entró en su cabeza.

—¿Que haces por aqui tan solo? ¿En que tanto pensabas?— No quería parecer entrometido, pero cualquier cosa con la que molestar a su hermano sin ser demasiado obvio le servía.

Se sentó, comenzando a lamer sus zarpas esperando una respuesta. Odiaba a su hermano, ojalá pudiera decírselo en ese mismo momento, por su culpa su padre había muerto.

Y bueno, no es que fuera tan apegado a su padre como a su madre, pero aun así lo apreciaba y respetaba. No podía negar que estaba celoso de su hermano, ¿Porqué a él le salía todo bien? ¿Cómo es que alcanzo a ser lugarteniente?

¿Cómo, después de todo, el no está ni cerca de ser como su hermano?

Él es mejor.

ES MEJOR

Sacó los pensamientos de su mente, concentrándose en parecer lo más amigable posible. Preocuparse por todos, por su hermano, aunque no lo quisiera. Cuanto daría por que en vez de haber sido su padre, fuera muerto él. Tal vez sería más querido sin él, después de todo:

El es la causa a TODOS sus problemas.

El gato agito sus orejas al escuchar lo primero.


¿Su hermano sintiendose preocupado?
Eso era algo que no habia visto de el en
un largo tiempo.


—¿Cansado? Te enviaria a menos patrullas, aunque eso cuenta como favoritismo. —El lugarteniente solto una leve risa a lo ultimo, intentando desviar la conversacion a otro tema.


Tu sonrisa disminuyo un poco
Si, el tema cambio de rumbo...



Hacia ti.



—Oh, solo disfrutando de un momento de silencio antes de empezar el dia.


Al oir lo ultimo, tus ojos se convirtieron en rendijas por un momento. Habia algo mas detras de esas preguntas, Vuelo Oscuro sabia que el era en su mayor parte un gato solitario.



«¿Esta preocupado por mi? Espero no este pensando que voy a ir al poblado, Nunca volveria a ese lugar otra ves.»



Una voz en su cabeza protesto, y se obligo a callar sus pensamientos y concentrarse en el gato que tenia cerca.


—Estaba pensando sobre mis pensamientos.—Anunciaste con voz exagerada, tu sonrisa crecio hasta volverse burlona.


«A veces Vuelo Oscuro mete las narices donde no debe...supongo que es algo familiar.»Pensaste con ironia.

Sería muy bueno que lo mandaran a menos patrullas, así tendría más tiempo para quejarse de su vida, odiar a todos y dormir a gusto. Generalmente culpaba a su hermano de todo, de su vida aburrida, y claramente de la muerte de su padre.

Se le escapó una risa por lo siguiente que dijo, más su tono que lo hacía más gracioso.

O bueno, para el no era nada gracioso, más bien, a veces incluso escucharlo hablar era irritable.

Pero para no quedar olvidado y apartado, actúa de esa forma, como si le agradaran todos a su alrededor. El sabía que se contradecía, pues quería estar solo, pero a la vez quería ser reconocido, amado y bastante privilegiado. Quería la vida fácil, sin su hermano, sin que hubiera alguien molesto esperando para arruinarle la vida.

Desde que su madre y... Ella murieron, todo se volvió más complicado. No sabía cómo avanzar, tan solo quería acurrucarse en sí mismo y dejar salir toda su ira y dolor. Se quedó viendo con silencio al rostro de su hermano. Esos ojos amarillentos que tanto odiaba, y que justo en esos momentos lo estaban observando, analizando y parecían acecharlo.

Los odiaba porqué... Eran iguales a los de su madre.

No sabía de qué más hablar, así que iba a preguntar algo "casual" en todos los aspectos.

—Y entonces... ¿Ya tienes a alguien especial? ¿A alguien para abrazar hasta el cansancio? ¿A alguien para escaparte y que puedan dormir acurrucados sin que nadie os moleste?— Pregunta sonriente, y entonces, le da un muy descuidado empujón al felino.

No tiene ni que pensarlo, es obvio que no tiene a nadie, pues después de todo, ¿Quien quisiera ser pareja de un gato como su hermano?

Alguien con gustos muy raros.

En cambio el era guapo y bastante inteligente.

Eso decía su madre antes de que muriera.
Su madre siempre tenía razón en todo.

De seguro habían más de dos gatos enamorados de el, como mínimo. Ja, de seguro habían demasiados. ¿Y de su hermano? Pues nadie, ningún gato quiere ser pareja de Crepúsculo Nocturno.

Empezaba a sentirse incomodo, pero seguias pendiente, ladeando la cabeza como un buho esperando una respuesta del otro macho.


Y esa pregunta lo tomo por sorpresa.


Diste un sobresalto, tu pelaje erizado y sintiendo calor en tus patas


—N- No! Realmente no hay na- nadie, preriero concentrarme en otras cosas.


El felino de pelaje azabache respondio, un poco de verguenza filtrandose en su tono de voz, ignorando el empujon de su hermano y escondiendose la cara con las patas.


Vuelo oscuro ahora estaba siendo como una espina clavada en una zarpa.


"Que molesto"


Esperaba que su hermano no se haya dando cuenta de como observaba a cierta guerrera del clan de la sombra...


Diste un leve gruñido, colocando las zarpas en el suelo y tu rostro convertido en un ceño fruncido.

Ahora no era tiempo para recuerdos.

Tenias un clan que cuidar.

Y su hermano lo estaba distrayendo...bastante.


Pusiste los ojos en blanco, tu pata delantera se dirigio a la oreja del guerrero, dandole un suave golpe a esta, para luego dar un resoplido.


—Si sigues haciendo preguntas como esa, te mandare a todas las patrullas del dia, incluidas las del alba.

Tu maullido fue ligero y bromista, pero la intensidad en tus ojos dejaba claro una advertencia, no tenian rastro de humor alguno.

—Si, claro, como tú digas.— Era obvio de que su suposición era totalmente seria. Podría decirse que está demasiado pendiente de su hermano, aunque se le sea contradictorio ya que lo odia más que a nadie en todo su clan, y podría decirse que en todos los clanes. No es mucho de conocer a gatos que no son del Clan del Trueno, quiere decir, ¿Para que? Si inicia una guerra posiblemente tenga que matar a su amigo.

Regresando al tema de que ha visto a su hermano mirar de una manera bastante obvia a una gata de otro clan, que posiblemente tenga que matar si se inicia una guerra.

Aguantó las ganas de rodar los ojos y reírse.

No llega a apartar su cabeza cuadñndo el felino le da un leve golpe, tan solo suelta una risilla divertida y sacude suavemente esta misma.

Se queda callado por unos cuantos momentos, sin saber que responder a lo que dijo. Su pequeña sonrisa se amplia un poco, y luego sale una risa divertida al poder haber notado el tono burlón.

Pero su mirada decía mucho de lo que sus palabras no.

Esa sonrisa, junto con su risa, se desvanecen casi inmediatamente, transformándose más bien en una expresión algo serie o afligida. Mira hacia el suelo, sus esfuerzos de simplemente no golpear este mismo era más grandes que sus ganas de responderle coherentemente.

Vuelve a sonreír, levantando su cabeza.

—Oh vamos, sabes que estaba bromeando, no me mires así, ¿Es que uno ya no puede preguntarle algo a su hermano antes de que se enoje contigo? — Pregunta rodando juguetonamente sus ojos. Seguido de eso, le manda un empujón a su hermano, un poco más fuerte que el de hace rato.

Se lo queda viendo por unos momentos, antes de suspirar.

—Perdón si mi pregunta te incómodo, y bueno, también perdón por ser molesto, y por cualquier otra cosa que hice que te moleste — Se esfuerza para en verdad sonar arrepentido.—De verdad me alegro que estés bien, fue bastante bueno hablar contigo... ¿Nos vemos luego?